En
mi calendaria opinión, si “Alien” fue el octavo pasajero; agosto--el octavo
mes-- puede considerarse en Cuba el más fértil del año en efemérides de
estreno.
A
continuación enumeraremos algunas de estos debuts; tomados prestado de colegas
que sí se han dedicado de lleno a la investigación histórica y costumbrista
como Ciro Bianchi, Rolando Aniceto, Eduardo Robreño, Argelio Sntiesteban,
Guiilermo Lagarde y Zacarías Tallet entre otros
JUNTO CON EL ALBA LLEGARON
LOS VILLANOS
Aunque
no estemos obligados a un orden cronológico, comencemos por el principio: El 15 de
agosto de 1511 se fundó la primera villa en Cuba por el Adelantado Don
Diego Velázquez, y sabe Dios cuantos nombres más tenía dicho conquistador, pues
era costumbre de la época; de ahí que Baracoa, nuestra Ciudad Primada, fuera
bautizada religiosamente como Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa.
Nos
contentaremos con enunciar a sus primeros rebeldes--Hatuey y Guamá-- agraciados
con la llama redentora de la colonización; también recordar la Cruz de la
Parra, única superviviente de las 29 colocadas por Colón en el Nuevo Mundo; ni
de sus benditas plantaciones de cacao, origen de tantos deliciosos batidos,
helados y africanas; ni de su simbólico Yunque, junto a los martillos con que sus hijos se han abierto
paso al porvenir.
PELADO AL MOÑITO
¿Saben
ustedes quién fue el primer cuentapropista de Cuba?
Montemos
en la máquina del tiempo para bajarnos en la calle Obispo el 26 de
agosto de 1552 y comprobar que ese día surgió allí el primer timbiriche
de su tipo en San Cristóbal de La Havana—en ese tiempo con V. como en inglés.
Lo
montó Juan Gómez, donde hoy brinda sus servicios el elegante “Salón Sandino”
del casco histórico, al lado de “La Mina”. Dicho comerciante--barbero por más
señas--pensó que ello sería una mina de oro, pues no sólo pelaba y afeitaba,
sino que además, hacía sangramientos, extraía piezas de la boca, aplicaba
sanguijuelas, cortaba callos y uñas, entre otras actividades afines.
Como
si todo esto fuera poco, se aseguraba además con cierta dispensa de las
autoridades coloniales: “…Mientras el señor Gómez
ejerza su oficio, persona ninguna no sea osado a usar del dicho
oficio so pena de dos pesos de oro por cada vez que usaren del dicho oficio,
los cuales aplican para el dicho Juan Gómez barbero…!
Un
poco macarrónico el anuncio, pero lo suficientemente efectivo antes y ahora.
LA PRIMERA CERVEZA
DISPENSADA
Otro
acontecimiento de gran repercusión lo acabamos de publicar en la edición
anterior de este blog bajo el título de “La Hora de los Mameyes” y creemos
innecesario repetirlo: Se trata de la primera vez que se tomó en Cuba, cerveza
dispensada o más bien autorizada--es decir, sin necesidad de contrabandear--y
fue precisamente a partir de la Toma de la Habana por los ingleses el 12 de
agosto
de 1762.
EL CAÑONAZO DE LAS NUEVE
DE LA MAÑANA.
En
el verano de 1896, mientras se celebraban en Grecia, los Primeros Juegos
Olímpicos de la Era Moderna; en Cuba se libraba la última y decisiva Guerra de
Independencia.
Hasta
ese momento se luchaba en desventaja pues las tropas independentistas no
contaban con artillería alguna; a lo sumo, cañones artesanales de cuero recién
inventados pero con dudosa efectividad, y fue en Holguín, donde fuerzas al
mando del General Calixto García Íñiguez, plantaron sitio frente al fuerte de
la Loma del Hierro y por primera vez, a las 8 de la mañana del 21 de
agosto de 1896 se dio la orden de disparar el primer cañonazo,
proyectil que milagrosamente cayó sobre el objetivo. Ese hecho marcó el
nacimiento de la artillería mambisa con recursos propios.
EMPEDRADO A LO CORTICO
Demos
un pequeño salto hacia atrás para caer a mediados del propio siglo XIX durante el
combate sostenido contra las tropas de Narciso López en el cafetal de Frías,
Matanzas. Allí muere el general español Manuel Enna, quien fuera Subinspector
Segundo Cabo. en el gobierno del Capitán General José Gutiérrez de la Concha.
Este
hecho ocurrió exactamente el 18 de agosto de 1851, y el occiso
jamás imaginó que aún hoy se le recuerde con el nombre de una calle, y mucho
menos como la más corta de Cuba.
Cuando
se inauguró el Templete por el General Dionisio Vives para perpetuar el sitio
donde se había celebrado la primera misa alrededor de la centenaria ceiba, ya
existía allí la diminuta rúa con el nombre de “Calle del Boquete de la Ceiba”.
Claro, con tan ridículo nombre, el gobernador Concha se aprovechó de sus
poderes y se dijo:
--¡Concho,
voy a inmortalizar a mi fiel súbdito caído en combate!.
Por tanto, el bautizo oficial de Enna—la calle más corta de Cuba-- surge como
consecuencia de esa acción bélica hace 161 años.
Sin
embargo, me asalta una duda: Caminando recientemente por la Avenida de Cristina
rumbo a la Plaza del Mercado Único y muy cerca del entronque conocido como La
Lechera, me tropecé con la calle CORTA. No sé cuanto mide, cual es su origen,
ni desde cuando se llama así, o si exista otra con similar nombre en el
territorio nacional, pero de lo que no hay dudas es de su verdadero nombre es
CORTA.
No
sé si se lea la señalización existente en el lugar, pero para que así conste le
tomé esta foto el pasado 26 de agosto de este año
como testimonio gráfico de su existencia en este octavo mes del año.
Los invitamos a cortar por la línea de puntos
……………………………………………………………………………………………………..
Hay
otras curiosidades que nos depara el mes de agosto, pero septiembre espera su
turno; y acaba de sonar el cañonazo de las nueve que indica paz, silencio,
recogimiento y sueño… Así que… ¡Buenas noches y hasta mañana!
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