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2 jun 2013

LOUVERTURE, EL ESPARTACO NEGRO


“…Pocas cosas nos separan de Haití, una de ellas el Paso de los Vientos. La Revolución cubana triunfa el Primero de enero de 1959, la Haitiana el Primero de enero de 1810…”
Así comenzamos el trabajo que, en este mismo espacio, titulé “El Bicentenario” .
Una agradable sorpresa recibimos en el mes de abril: La noticia de que Jimmy Jean Louis, actor haitiano, estaba en Cuba para presentar el filme francés  “Toussaint Louverture. Retrato en dos partes”.
En la entrevista que se le efectuó en el Hotel Nacional durante dicha premier, se conocieron los diversos galardones obtenidos por la película durante 2012: Ganador del Festival Panafricano de Cine, así como reconocimientos en Trinidad Tobago, Canadá y una nominación en el African Movie Academy Awards; en cuanto a su actuación personal, Jean Louis—interpretando al heroico líder antiesclavista-- obtuvo el premio al mejor actor en el Pan-African Film Festival ese mismo año.
Lamentablemente no puedo opinar sobre la película, pues esta información la leí en la prensa al día siguiente; pero pienso que a pesar de todos esos reconocimientos, ningún tributo se acerca a la inmensa hazaña de ese indiscutible luchador por romper las cadenas de la trata en Haití.
Su popularidad llegó a tal grado que se le dio en llamar “Toussaint Louverture, el Espartaco negro” tras encabezar la sublevación esclava que dio al traste con el colonialismo francés en lo que la metrópoli gala consideraba su joyita económica del lado de acá del Atlántico y establecer en Haití la Primera República emancipada de América Latina.
Como siempre, atenazado por el Dios Cronos, me limito a esbozar algunas hazañas de este David de ébano, enfrentado al Goliat napoleónico.
Desde la llegada de su abuelo africano como esclavo a Saint Dominique, Toussaint Louverture aprendió a leer y escribir en casa de su amo, donde se desempeñó como cochero.
Fue entrenado militarmente por los españoles hasta descubrir que éstos sólo pretendían sustituir a los franceses restituyendo su dominio en La Española, pero sin abolir la esclavitud.
Es por ello que a los 48 años, casado, padre de familia y medico general de sus ejércitos, se unió a la rebelión de los esclavos en 1777, derrotando a sus antiguos superiores.
Recibió el grado de General en Jefe por la Independencia en 1796 sobre su brioso corcel Bel Argent, y dos años más tarde, los ingleses que se habían hecho fuertes en el lado francés de la isla tuvieron que abandonarla ante su asedio.
Las tropas colonialistas fueron derrotadas por donde quiera que pasaban las fuerzas de Louverture, insistiendo siempre que las plantaciones con personal esclavo--ahora liberadas—continuaran sus labores sin sus amos.
Por sus méritos llegó a ser Gobernador de Saint Dominique y el Primero de julio de 1801 se proclamó la Constitución de Louverture, la cual le otorgaba el mando supremo y vitalicio de las tropas libertadoras.
Un año más tarde, mediante engaño fue arrestado por fuerzas del general francés Leclerc y enviado prisionero a la fortaleza de Joux.
Se dice rápido pero, fueron años de inmensos sacrificios, hambrunas, sangrientas batallas y los que salían ilesos del combate caían víctimas de las fiebres, las enfermedades y hasta de traiciones, como ésta que acabamos de anotar.
No me consta el día exacto a comienzos de abril de 1803, que encontraron muerto a Toussaint Louverture en su propia celda, sentado junto al fuego.
A la caída del líder indiscutible, algunos de sus jefes capitularon frente a las tropas napoleónicas, pero Juan Jacobo Dessalines alzó de nuevo el estandarte de la rebelión emancipadora y la mantuvo erguida hasta el Primero de enero de 1804, cuando se proclamó la independencia.
Seis años más tarde desapareció para siempre el enclave francés de Saint Dominique y sobre sus ruinas surgió la primera de todas las naciones negras del planeta, adoptando el nombre original de la isla: República de Haití.

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