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16 mar 2014

NÚMEROS PRIMO-HERMANOS

La sabiduría popular ha impuesto aforismos incuestionables como ese que dice… “El mejor hermano es el vecino más cercano…” Lo cual he podido comprobar en situaciones extremas de mi vida —no sé en qué otro país ocurra lo mismo—porque la incompatibilidad de caracteres, la diáspora y otros fenómenos similares influyen. Incluso, a veces puede haber más afinidad entre primos que entre hermanos gemelos. Y es aquí donde quiero detenerme.
Siempre he tenido atracción por los números primos: El 3 resulta incuestionable para el equilibrio vocacional en cualquier actividad. Sin el trípode del saber, querer y tener la voluntad de hacer las cosas, todo se derrumba y sería imposible materializarlas. Incomparable la sonoridad de nuestro típico 3 campesino o los 3 pasos más chéveres de la conga oriental.
El 7 tiene numerosos ejemplos como los 7 días de la semana, las 7 notas musicales, los 7 colores de arcoíris, entre millares más como las 7 Maravillas de Mundo Antiguo. De ahí que el caso de los 5 antiterroristas cubanos presos en las cárceles del Imperio, me haya marcado para siempre.
Recuerdo al jovencito Gerardo Hernández Nordelo cuando soñaba ser caricaturista, antes incluso de su genial tira cómica “Pepino y compañía” la cual publicó en EL MUÑE y que ofrecemos en la copia adjunta de un diario de la época, donde además aparece su fotografía y la firma artística con que se dio a conocer en Cuba alrededor de los años 80 del pasado siglo, mucho antes de convertirse en el paradigma heroico actual. Para nosotros entonces fue simplemente H.Nordelo el caricaturista. Hoy es para Cuba y para el mundo, Gerardo para siempre.
Por mi cuenta, yo había ilustrado algunos libros en co-autoría con afamados guionistas como Cardi y Betán, pero jamás escrito alguno personalmente hasta aquel “Pequeño Mataburros Humorístico Ilustrado” que me publicó la EDITORIAL EXTRAMUROS en el año 2004 y cuya dedicatoria decía textualmente:
“…A quien más se lo merece: Al caricaturista y patriota cubano Gerardo Hernández Nordelo, para compartir con él la soledad de su celda, haciéndola más llevadera. Por la amistad que nos une, por la entereza demostrada en la más justa de las causas, por su contagioso sentido del humor frente a estos nuevos inquisidores que quisieron satanizar a cinco héroes y fueron desnudados por su urticante sátira. Se podrá encadenar al hombre, pero no encerrar su espíritu…”
Años más tarde también por 1ra vez—número primo-- incursioné en una experiencia plástico-manual como la cerámica. Fue durante el 2009 en el taller de cerámica Mirtha García Buch que dirigía el maestro Racial Feria.en la calle San Lázaro, donde bajo su asesoría realicé mi primer y único plato artístico, cuya copia les presento ahora.
En él puede apreciarse que alrededor de la caricatura personal del Apóstol, trazada en una sola línea giran 5 banderas cubanas, como simbólica representación de Gerardo, Antonio, Ramón, René y Fernando.
Han pasado cinco años de aquella obra y actualmente estos dos últimos—René y Fernando-- ya comparten con sus familiares la ansiada libertad y el abrazo fraternal de todo el pueblo, pero mientras queden los otros 3 encarcelados no descansaremos de luchar por su total liberación.
Es por ello que a 55 años del triunfo de la Revolución, recuerde aquella frase histórica de Fidel recordando los 5 años, 5 meses y 5 días que transcurrieron entre el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1963 y el triunfo revolucionario del de enero de 1959, todos ellos también números primos.
El pequeño cuaderno ilustrado que mi hijo y yo realizáramos especialmente para los niños en el año de 2007 con en el mismo título de “5 años, 5 meses y 5 días” para la EDITORIAL PABLO DE LA TORRIENTE, también ha quedado como constancia de nuestro reconocimiento a tan histórica epopeya.
A partir de aquel glorioso de Enero, comenzó una serie de cambios estructurales en nuestra nación, que tanto por su cantidad como por su dinamismo sería agotador enumerarlos en este breve espacio en que no estás.
Nos limitaremos a describir solo los que considero más simbólicos por su trascendencia: El momento en que tras llegar la caravana de la libertad a La Habana, el Comandante en Jefe se dirige a la nación en el antiguo cuartel de Columbia y jocosamente la pregunta al Señor de la Vanguardia:--¿Voy bien Camilo?—En ese momento varias palomas se disputan su hombro heroico para posarse allí como símbolo de paz. La celebración en el pasado mes de enero la Cumbre de la CELAC con su resolución habanera de “CELAC, zona de paz” confirma aquella premonición.
La segunda imagen corresponde también a 1959, pero 3 meses más tarde, cuando el propio Héroe de Yaguajay, mandarria en ristre--derriba los muros del cuartel de la tiranía símbolo de la opresión y el crimen—para convertirlo en la Ciudad Libertad donde se rendiría culto eterno a la educación y la cultura, nada menos que un 10 de marzo, pero exactamente 7 años después de aquel cobarde Golpe de Estado.
¿Díganme si todas esas cifras no son también primas hermanas?

CURIOSIDADES SOBRE RUEDAS

Recientemente abordamos el tema de la bancarrota en Detroit y la desaparición de la famosa marca Pontiac. Ambas noticias ampliamente difundidas por internet. Hoy viajaremos a la Revolución Industrial y los orígenes del automovilismo en el mundo, que coinciden con el paso de la era dorada a la del oro negro y sus diferentes etapas de desarrollo que van del kerosene (luz brillante) a la gasolina.
Todo esto ocurrió a fines del siglo XIX, mientras en Cuba nos desangrábamos en la guerra necesaria contra el Imperio español.
Otro Imperio, se afincaba muy cerca de nuestras costas, para aprovechar el momento y coger los mangos bajitos bajo el sofisma de la fruta madura.
Comencemos aclarando que la palabra automobile no es yanqui sino francesa y los primeros diseñadores de autos también lo fueron, mientras que en Gran Bretaña estos vehículos ya eran conocidos por locomotores. En nuestro país se identificaron como “fotingo”, palabreja derivada del inglés “foot and go” A continuación, algunos hitos por orden de aparición:
1769. El francés Nicolás José Cognot, ingeniero e inventor, fabrica el primer coche sin caballos, movido a vapor. Pero el 9 de abril de 1865 el austriaco Sigfred Marcus manejó por las calles de su capital el primer carro con motor de combustión interna. Aclaración: El que aún se conserva en el museo de Viena es una copia del mismo pero construido en 1873.
1893. Los hermanos Carlos y Frank Duryea construyeron el primer vehículo norteamericano movido por un motor de gasolina de dos cilindros. Ese mismo año, en la Feria Mundial de Chicago fue exhibido el coche alemán Daimler de gran lujo. Lo curioso del caso es que su representante en los Estados Unidos era el famoso fabricante de pianos William Steinway.
1895. Con Frank al timón, los Duryea ganaron la primera carrera de 87 kilómetros celebrada entre Chicago y Evanston, Illinois, el 27 de noviembre. La velocidad fue de 12 kilómetros por hora. Ese día hubo una espesa nevada. Cuatro de los seis competidores quedaron en el camino y otro perdió el conocimiento una hora antes de terminar el recorrido. 
1896. Las calles de Detroit fueron testigos del primer carro fabricado por Henry Ford, con un motor armado manualmente con partes inservibles de una locomotora. Pero la gran sorpresa de Ford se presenta más tarde en 1903 con su famoso modelo 999 que se desplazó a una velocidad de 148 kms por hora.
1898. Este año se realizaba la primera exhibición de coches en Boston y los primeros servicios de reparación. Un año más tarde se inauguró en Nueva York la primera sala de ventas, donde apareció la primera rueda de dirección (timón) en sustitución del manubrio, así como los primeros faros. Si de día era peligroso manejar, imagínense de noche.
1900. Aquel mismo fabricante alemán Gottlieb Daimler, saca al mercado su primer coche “Mercedes” llamado así en honor a su hija. Pero antes el propio Daimler había adquirido tanto prestigio que ya existían en Inglaterra sus carrozas imperiales como la de ese mismo año, fabricada expresamente para el monarca Eduardo VII. Pero no crean que estos inventos fueron en principio bien recibidos. Por el contrario, muchos de ellos resultaron víctimas de las burlas populares como aquellas de gritarles: “¡Pónganle un caballo!” pues eran vehículos lentos, ruidosos, vibraban y saltaban en caminos no apropiados.
1902. En Minneapolis tal vez se halla impuesto la primera multa por exceso de velocidad, cuando una persona fue penada con diez dólares por correr a dieciséis kilómetros por hora. El 4 de julio de 1894—fecha patria en Estados Unidos—la gente se disponía a ver el desfile en la principal avenida de Indiana, cuando hizo su aparición allí el primer automóvil pasando a la velocidad de 9,5 kilómetros por hora y arrojando tal cantidad de humo que causó el repudio de la población.
1903. El fabricante y corredor Olds, cubrió en la pista de Daytona Beach 8.05 kilómetros en 6:51 minutos (a una velocidad media de 74.28 Kms. por hora). Mientras tres arriesgados automovilistas tripulando un carro Winston, otro un Packard y el tercero un Oldsmobile de un cilindro, lograron lanzarse a la aventura de ir desde San Francisco a Nueva York en dos interminables meses.
1904. Se adicionaron los faros a los coches de ese año, junto con las luces de acetileno. Ambos muy criticados.
1905. Siguieron las innovaciones este año con el reemplazo de las puertas traseras por las montadas a los costados y aparecieron las bocinas, las llantas Goodyear que rápidamente se popularizaron, los compresores de aire, los distribuidores y algo muy especial. ¡Las ventas a plazos!
1908. Desde 1903 al crearse la Ford Motor Company comenzó la fama de su fundador Henry Ford pero sobre todo después de 1908, con la aparición del modelo T. Sin embargo el mayor éxito lo tuvo con la introducción del ensamblaje en serie a partir de 1913, donde el obrero colocaba cualquier pieza del coche sin moverse de su lugar. El sistema no tenía nada de original: Conocido por cinturón de transmisión ya existía antes en las casas empacadoras de carne.
1912. En esta fecha comenzaron a instalarse los botones de arranque. Hasta entonces se dependía de dar vueltas a la manivela, y en el mejor de los casos, repetir la acción hasta el cansancio cuando el motor se ahogaba. Lo peor ocurría cuando el manubrio se resistía provocando no pocos brazos rotos con la “patada del crank”
1899. Durante la primera guerra imperialista yanqui, la hispano-cubano-americana, el Departamento de Guerra de los Estados Unidos notificó a su pueblo la compra de tres automóviles para el uso de oficiales; textualmente el aviso decía: “A cada vehículo se le podrá enganchar una mula cuando se niegue a caminar”. La frase pudiera ser risible hoy día, si el resultado de aquel conflicto armado no hubiese sido tan pernicioso para nosotros en Cuba. Y lo dejamos para el final porque se enlaza con otra nota igualmente belicosa.
1914. Comienza la Primera Guerra Mundial, pero los Estados Unidos—oportunistas como siempre-- no se incorporan a ella hasta 1917, y, en un alarde patriotero, sus fabricantes de automóviles relegaron la competencia para reducir un 50% su producción y dedicarla a la fabricación de material bélico, así como toda clase de transportes militares.
A cien años exactos de esa confrontación armada hemos querido bridarles un paseo en cuatro ruedas por algunas curiosidades de antaño, algunas jocosas otras no tanto, para marcar la diferencia entre el desarrollo del Gigante de las Siete Leguas frente al de los sufridos y marginados pueblos de Nuestra América.
Datos tomados de la obra titulada “Automobiles of today and yesterday” de Nancy Kennedy Bond editado en español por la Editorial mexicana Novaro en 1958. Con dibujos satíricos de este su S.S.S. Francisco P. Blanco Ávila.
Una última curiosidad: Aunque no cuente con datos estadísticos, se me ocurre que, en estos tiempos de guerras limitadas y daños colaterales, Cuba sea el único país en el cual la palabra “desguace” no tenga significado alguno, y que cuente con el mayor número de mecánicos automovilísticos empíricos en activo del mundo. Eso explica el por qué por nuestras calles circulen aún esos sucedáneos rodantes de la tercera edad llamados cariñosamente “almendrones” para solaz y esparcimiento del turismo internacional que nos visita cada año. Si algo “bueno” nos ha dejado el bloqueo norteamericano, tal vez sea esta persistencia en no doblegarnos ante nada y seguir echando “palante” aunque sea en cacharros como los descritos en la primera parte de trabajo.

LA FUGA DEL DINSAURIO


Al acercarnos al 14 de marzo Día de la Prensa Cubana, los periodistas, órganos de prensa e instituciones afines, nos preparamos cada año para celebrar un aniversario más del periódico PATRIA, fundado en el exilio neoyorquino por nuestro Apóstol José Martí en 1892.
Entre las iniciativas que más me han impactado en los últimos tiempos estuvo aquella confabulada entre dos colegas que compartieron hace varias décadas ilusiones afines, no sé si como “guerrilleros” o “socialistas” en la prensa escrita de Pinar del Río. Se trata del proyecto surgido en 2009 entre el entonces director de PALANTE, Viñas Alfonso y el director histórico de EXPOCUBA, Pedro Abreu.
Todos los caricaturistas fuimos convocados—palanteros o no--a revivir un metro- bus enterrado en las catacumbas del periodo espacial-jurásico, más conocido por la era de los camellos—según versión popular—y transformarlo a su vez en  un dinosaurio fósil que sirviera como galería humorística-fija en aquel enorme recinto ferial, con la posibilidad de convertirlo en itinerante gracias a los 8 pares de ruedas con que aún se sostenía dicho mastodonte.
Se le bautizó como EXPO-CAMELLO PALANTE y el único antecedente que yo recuerde era el original automóvil Chevy descapotable de 1926—convertible en Cuba—propiedad del popular comerciante asturiano Bigote de Gato, con su carrocería totalmente pintoreteada de jocosas alusiones al bar de su propiedad y con el cual desfilaba cada año en los Paseos de Carnaval efectuados en el Prado habanero a mediados del siglo pasado.
Pero volviendo al presente, los felices participantes convocados a dicha actividad pictórico-humorística en marzo del 2009 dedicamos un día completo para la materialización del proyecto: En el interior del autobús se mostraban decenas de obras del mismo corte, mientras que por fuera nos dimos a la tarea de pintar a todo color escenas picantes, simbólicas y costumbristas a expensas de embarrarnos nosotros mismos.
Pero otras sorpresas me deparó EXPOCUBA aquel día: Al pasar frente al Pabellón del MINAZ me detuvo otra exposición humorística en uno de sus salones. Se trataba de las 50 páginas del cuadernillo de historietas titulado “Pol Brix Contra el Ladrón Invisible” realizado por mi, en coautoría con el guionista Juan Manuel Betancourt (Betán) para la Zafra de los 10 Millones en 1969.
Fue un día inolvidable pues la otra sorpresa al recibí del propio Viñas Alfonso, director de la publicación, quien me cedió--por antigüedad--la tijera que cortaría la cinta inaugural en la puerta del ómnibus convertido en museo. Para más detalles los invito a releerlo en este mismo blog.
Inspirado en tales acontecimientos salí de allí con la hipotética idea de realizar una exposición personal con el tema del transporte urbano, aprovechando el tiempo libre de que disponía a partir de mi jubilación, e inaugurarla precisamente algún día en el camello-galería de EXPOCUBA.
Unos cincuenta originales a todo color surgieron de mi pluma juguetona, pero otra sorpresa me deparaba el destino.
La segunda parte de esta historia se refiere a la fuga o el secuestro del dinosaurio, que creíamos haber sembrado en los predios de dicho recinto ferial, pues poco tiempo después, en una visita ocasional, descubrimos su ausencia. Quedaba la duda, pero el secuestro determinaba un delito, mientras la escapatoria podía ser inspirada en el deseo de libertad. Por tanto preferimos catalogarlo de fuga y nos lanzamos a seguirle las huelas a través de toda la República.
Según versiones de algunos más enterados que yo, situaban al camello-dinosaurio rindiendo servicio de ómnibus urbano en ciudades tan distantes como Holguín, Las Tunas o Camagüey, pero en realidad eran solo rumores. Lo cierto es que el dichoso dinosaurio se había escapado de ese criollísimo Parque Jurásico criollo donde estaba expuesto para solaz y esparcimiento de la familia cubana.
Lamentablemente al mutar en dinosaurio, el camello había cambiado la vaca por la chiva. Biológica e históricamente ése enorme cuerpo no se correspondía con su pequeñez encefálica, lo cual le reducía el coeficiente de inteligencia, dando por resultado la extinción de sus antepasados hace millones de años.
De tal manera que el fugitivo actual solo fantaseaba con su anterior etapa de gloria sin bajarse de esa nube. Vivía soñando aún en aquellas paradas de ómnibus donde multitudes le rezaban para que llegara pronto, a expensas de que no parara o que viniera vacío. Hasta el genial Profesor Tallarini--a mameyazo limpio--le sustituyó el apodo de “Camello” por el más lógico de “Mameyo”.
En los momentos de redactar esta nota necrológica, el compañero Narciso co-participe de aquella pintada gigante me informa que se enteró de buena tinta, que dicho pterodáctilo gigante esta siendo usado como cafetería-rodante en cierta playa de cierta provincia y más cierto aún, que él mismo había reproducido en su carrocería de forma ampliada una caricatura de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los Cinco Héroes Cubanos presos en los Estados Unidos.
En cuanto al medio centenar de aquellas obras plásticas mías referidas humorísticamente al transporte urbano, quedaron también relegadas al baúl de los recuerdos con excepción de las pocas que envié recientemente al espacio de televisión “Acceso Directo” del CANAL-HABANA dedicado ese día al tránsito y a petición expresa de la compañera Bárbara Doval, obras que ahora saltan a la luz en este trabajo como constancia gráfica de aquella fuga antediluviana del período- especial jurásico.

EN POCAS PALABRAS


A) PRELUDIO EN PRE-MAYOR
Nació prematuro y pretencioso; pensaba estar predestinado a ser un verdadero precursor y hasta Presidente de la República, pero no llegó ni al Preuniversitario.
Esa conducta lo llevó al precipicio y consecuentemente al delito. Preparó un atraco, pero no previó bien el golpe y se lo llevaron preso al precinto más cercano. En el juicio fue acusado de prevaricación y ya en la cárcel tuvo que tomar precauciones porque aquello estaba preñado de presidiarios peores que él, presagiándole infinitos males. Prefirió cambiar de actitud, predicar con el ejemplo, institucionalizado y delatar a otro preso, que presumía de guapo y prepotente.
En su sospecha no podía prever que en esas circunstancias podía pagar prematuramente con su vida el precio de aquella traición preconcebida. Por esa razón el joven muere también prematuramente en el preludio de su propia existencia. Compruebe usted mismo que en este PREUDIO EN PRE hay más de 30 prefijos.
B)  SEGUNDO PARTIDO DE PELOTA-REFRÁN
A petición de algunos vecinos fanáticos del beisbol que presenciaron el primero de estos choques el mes pasado, ahora le ofrecemos un nuevo desafío como regalo de play-off. Esta vez entre la novena de los refranes pasados por agua contra los que juegan con o sin bozal. ¡PLAY BALL!
                                 PECES
             (REFRANES PASADOS POR AGUA)
1 Pez gato no caza ratón.
2 Pollo por pescado. Resultado de una operación
de multiplicar en la libreta.
3 Calafateaba sus naves con cola de pescado.
4 De todos los cetáceos, el tiburón siempre será
quien termine más borracho.
5 Pezón: Tetilla bailable con falta de ortografía.
6 Minuta: Plato a base de cherna que solamente
dura sesenta segundos en la mesa.
7 ¿Qué es el pescado sino un pez ya pescado?
8 El juez analfabeto lo condenó por pescar una
orca, al escribirla con ache.
9 Fue un duelo a muerte: El venenoso pez-uña
vino a clavarse en el pez-cuezo.




                                 PERROS
                     (REFRANES CON BOZAL)
1 Perro huevero, aunque le quemen el hocico.
2 Tras el perro la guasasa.
3 No me mires con cara de pulga que no soy perro.
4 Perro chiquito se agacha para mear.
5 No llames al perro con el palo en la mano.
6 En Cuba la salchicha se come con mostaza y el
salchicha se ama con el corazón.
7 Un perro ladra a su sombra. Cien perros a un ladrido.
8 No entra el perro a la casa donde se comen huesos.
9 San Bernardo: Único santo en cuatro patas.

6 mar 2014

CONDUCTAS Y COINCIDENCIAS

A mediados de febrero del 2014, coincidiendo con el Día de los Enamorados, del amor, de la amistad; en fin, el San Valentín Day, se desarrollaron algunos acontecimientos de diverso signo: Un día antes se inauguraba la 23ª. Feria Internacional del Libro de La Habana. En los cines de estreno se pasaba el último filme de Ernesto Daranas “Conducta”, mientras en un partido de beisbol entre Villa Clara y Matanzas por el primer lugar en la 53ª. Serie Nacional de Pelota, se escenificaba el más violento y bochornoso espectáculo que jamás hayamos contemplado en los últimos tiempos.
El enemigo, siempre atento a todos nuestros éxitos y virtudes se encargó de distribuirlo en la red de redes, porque “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Pero, como agua pasada no mueve molino, obviaremos todo lo que se ha discutido publicado y regulado a partir de la conducta impropia que lamentablemente se escenificó en el terreno de pelota.
Cuanto a la película que invita a la reflexión, ha calado hondo y las enormes colas que aún se mantienen en las salas de cine para disfrutarla o rememorarla, dan fe de su impacto en la ciudadanía.
La Feria, considerada el evento cultural más abarcador del año en nuestro país, una vez más acaparó la atención en el recinto ferial Morro-Cabaña entre otras sedes y en estos momentos se amplia al resto de las provincias.
Precisamente coincidiendo con esto, la lectura de un viejo y amarillento libro me hacía reflexionar sobre la conducta humana. Se trata de “Cualquier tiempo pasado fue…” donde los puntos suspensivos no indican el género literario de la obra, sino la duda de que el proceder en dichos tiempos fueran mejores o peores.
Eran estampas costumbristas escritas por Eduardo Robreño en 1979 y dedicadas a la memoria de Emilio Roig de Leuschering para Letras Cubanas. Curiosamente el primer capítulo iba dedicado a “Esquinas de La Habana” como por ejemplo: --La esquina del pecado (Galiano y San Rafael). La esquina caliente (San Lázaro e Infanta), o -La Esquina de Toyo--, la más próxima a mi lugar de residencia en las intersección de las calzadas de (Luyanó y Jesús del Monte).
Debo aclarar a las jóvenes generaciones que la Esquina del Pecado se correspondía con la antigua zona de tolerancia en los alrededores del Ten Cent de Galiano y la Esquina caliente, muy cerca de la Universidad de La Habana tomó su nombre al escenificarse allí calienticas “tánganas” estudiantiles contra la represión oficial y los desgobiernos al uso en la seudo-republiquita de antaño.
Algunas de esas esquinas--por no generalizar—se han esfumado como la del pecado, al desaparecer las condiciones que la provocaron, otras –más bulliciosas--han proliferado al provocarse encendidos debates de carácter deportivo como en el caso de las actuales esquinas calientes.
Sin embargo, la pacífica Esquina de Toyo, va cambiando su imagen dada la concomitancia entre explosión demográfica capitalina en el municipio más poblado del país y la nefasta extensión de indisciplinas sociales ante la desidia y la inercia de una buena parte de la población y sus instituciones.
Para el ciudadano común, ese de a pie—le resulta casi imposible allí en Toyo--hacer la jugada perfecta y capturar un P-9 en la hora pico, y si logra cogerle el tiempo al pitcher-conductor para adelantar una base o anotarle en pisa y corre; después tiene que forcejear en la mismísima puerta con el corredor que subió antes para que no le cuelguen el cero y quedar en dicha esquina con la carabina al hombro.
Pido disculpas por utilizar términos beisboleros para describir una escena de la violencia cotidiana que nos afecta y compromete a todos. A ese trabajador que debe llegar en tiempo a su empleo y cumplir con el compromiso establecido en el reciente Congreso de la CTC; o ese “viejito” que se enfrenta a la adversidad sobre ruedas con su impotente bastón en ristre, para no perder el turno en la consulta del geriatra. ¿Y qué me dicen de esa señora que se dirige al pediatra con su niño en brazos? ¿Por qué tiene que sufrir la violencia de género, al emprender una carrera compitiendo con jóvenes mejor dotados y sin impedimenta alguna para alcanzar su meta –tal vez el P-6—que paró a unos 100 metros después de la P de parada?
Los escépticos, que siempre los hay, deben saber que la profusión de boteros en vez de paliar la situación; además de encarecerla, la complica, pues resulta suicida cruzar la calzada entre almendrón y almendrón, no solo por la velocidad que despliegan sino por su frecuencia: Aproximadamente medio centenar por cada ómnibus per cápita.
Pero la cosa se extiende más allá de la agitada esquina y se agudiza con las indisciplinas sociales que lo mismo se manifiestan con actos que con palabras—unos violatorios del ornato y la salubridad no pocas veces causantes de brotes de dengue o de cólera, otros con palabrotas más sucias todavía, que producen otro tipo distinto de cólera.
Lo que resulta paradójico es que dichas conductas coincidan con una población cada vez más CULTA—pido disculpas por utilizar mayúsculas, pero se me fueron—ya que contamos con instituciones educativas y científico-técnicas a todo lo largo y ancho del país, las cuales son tomadas como ejemplo en el mundo entero. Contamos además con la más intensa campaña de orientación ciudadana jamás vista antes en nuestro país, con el ejemplo de nuestros héroes y mártires…En fin ¿Será verdad eso de que nosotros los cubanos, o no llegamos o nos pasamos?
Soy y siempre he sido amante de deporte de las bolas y los strikes, incluso una buena parte de mi actividad periodística la he desarrollado en las páginas deportivas de nuestra prensa formando parte del staff fundador de a revista LPV en el otoño de 1961, donde publiqué mi primer personaje humorístico bajo e título de “Hiperbolo”. Por tanto sería incapaz de criticar la sana pasión que el deporte o el beisbol en particular, despiertan en todo nuestro pueblo, incluyendo a menda.
Nunca he visto en Cuba tantas esquinas calientes a todas horas del día y de la noche. La afición responde llenando de bote en bote los estadios en cada una de las instalaciones donde se escenifican los desafíos. La algarabía desbordante de congas, olas, y otras manifestaciones de participación colectiva así lo testifica en las gradas.
Pero eso no da derecho a tirar objetos al terreno o saltar al mismo para interrumpir el juego, gritar obscenidades y ofender a peloteros o árbitros. En fin, estas son conductas coincidentes con otras que ya forman parte de nuestras insoportables vivencias cotidianas. En mi modesta opinión, de la indisciplina social al delito no va más que un paso. Es hora ya de que el pitcher se vire a primera para evitar que el corredor le salga impunemente al ROBO—que es un delito, no una indisciplina social--. Y pido perdón por estas otras mayúsculas que se me escaparon… intencionalmente.
Mientras… Entre conductas y coincidencias, hablemos menos del juego de pelota y dediquemos más tiempo a otros temas mucho más serios. Si importante es dedicarle atención al VIP del otro, mucho más lo es el PIB nuestro de cada día.

5 mar 2014

LA FERIA DE LOS CENTENARIOS

No podíamos pasar por alto esta 23ª. edición de la Feria Internacional del Libro La Habana-2014, dedicada al Bicentenario de Gertrudis Gómez de Avellaneda, nuestra inolvidable Tula, sin recordar también a otros dos intelectuales cubanos que este año hubiesen cumplido respectivamente cien años cada uno.
Se trata de una pareja que nos contó de las estrellas y del bejuco, de nuestros sueños y raíces, como dos gigantes de la CULTURA NACIONAL—así, con mayúsculas--aquel: “Camínante Montés” más conocido por Samuel Feijoó y el Cuentero Mayor, nuestro Onelio Jorge Cardoso.
Tuve el gran privilegio de tratarlos personalmente y como acostumbro, quisiera destacar facetas de ambos que tal vez no sean del dominio público, pero podrían enriquecer el amplio espectro anecdótico de ambos. Escribieron mucho y bueno pero, en el caso de Onelio Jorge Cardoso, poco se ha dicho de sus comienzos como maestro rural en la escuelita del Central Narcisa, allá en Yaguajay, junto a otro grande de la cultura, el maestro Raúl Ferrer, quien sí dejó constancia de aquella epopeya en su sentido “Romance de la Niña Mala”.
Gracias a ellos, aquel humilde colegio se convirtió en un proyecto de pedagogía-lúdica, sin precedentes en Cuba, cuyo lema “Lo que se aprende jugando jamás se olvida” rompía con la caduca y encartonada enseñanza de…”La letra con sangre entra”. A tal punto que muchos campesinos de la zona castigaban a sus vejigos cuando cometían alguna falta, con no enviarlos a la escuela al día siguiente.
Cada vez que hoy disfruto del grupo de “La colmenita”  me vienen a la mente aquellas anécdotas contadas por sus propios protagonistas, capaces ellos mismos de quitarse los zapatos con el paradigma de que el saber también entraba por los pies; para que sus alumnos descalzos no se sintieran avergonzados y lo sobre todo, que sus padres pudiesen enviarlos a clase sin pena alguna.
Les aseguro que éstos no son cuentos de Onelio, ni de camino sino versiones  comprobadas in situ, durante los viajes en que acompañé al maestro Ferrer al terruño durante sus últimos años de vida.
Como tampoco es inventado el interés mostrado por el autor de “Francisca y la muerte” para que le editáramos sus narraciones en las revistas de historietas CÓMICOS y PABLO hace aproximadamente 30 años. Recuerdo como si fuera hoy, una petición suya--“chácata” por medio—en la Sala de Té de la UPEC. Estas fueron más o menos sus propias palabras:
. --Blanquito, quisiera que me publicaras mi última obra titulada “Negrita” pero como ustedes acostumbran: En forma de historieta.
--¿A qué se debe eso? Le respondí…
--Es que me la han pedido para hacer una versión televisada y tiemblo de solo pensarlo.
--¿Cómo es posible, con el poder de convocatoria que tiene ese medio, frente a las limitaciones de unas pocas páginas en un cuaderno de historietas?--Respondí sorprendido y ésta fue su respuesta:
--Es que mi Negrita existe en realidad, y yo cuento sus graciosas diabluras, como el simple abrir la portezuela para salir al patio descolgando el ganchito. Cosas así, sencillas pero de gran importancia para mi. ¿Te la imaginas en la televisión, por mucha técnica y empeño que se ponga? Sería aplastada, tal vez hasta devorada por la competitividad y el protagonismo de verdaderos monstruos creados en Hollywood, como “Rin tin tin” o “Lassie”.
La insólita petición, en la cúspide de su popularidad, lo  pinta en toda su modestísima grandeza
En cuanto a Samuel Feijoó, personalmente nos conocimos cuando el fundador de la sección “Dímelo Cantando” de PALANTE--el Indio Naborí--se vio en la necesidad de suspender sus colaboraciones y entonces Feijoó entró como bate emergente para conectar de jonrón con una nueva serie que tituló “Saber Guajiro”. A partir de entonces se ampliaron nuestros contactos con él y sus queridas publicaciones de la Universidad Central de Las Villas: ISLAS y SIGNOS.
Resultaba imprescindible beber de la variada temática que nos presentaba con la divulgación contínua de costumbres, refranes adivinanzas, remedios caseros, fabulosas leyendas y mitos-- mitómano él mismo--era también un desacralizador de ídolos por excelencia. Y humanizaba todo lo que tocaba convirtiéndolo en poesía.
Muchas de sus experiencias las volcó en libros de poemas, cuentos y ensayos así como en aquellas revistas incomparables ya citadas anteriormente, donde también volcó el folclor de muchos países, incluyendo algunos tan distantes como Rumanía, Bulgaria o Polonia.
En sus coloquiales interviús. por lo general le pedía al entrevistado que plasmara en un papel algún dibujito y él mismo dejaba su sello personal sobre muchas de las imágenes publicadas en dichas revistas.
A esta particular forma de ilustrar sus entrevistas debo agradecer que la gustada sección de este blog “Caricaturistas Ocasionales mantenida durante todo el año 2011, se nutriera de dichos bocetos.
Entre sus locuras geniales y atrevidas, recuerdo una que le hubiese costado la hoguera en tiempos de la Santa Inquisición: Fue una conferencia pública y hasta divulgada por los medios masivos que tituló “Humor Escatológico”, cuando la pacatería y la falsa moral pretendían maquillar hasta las más naturales funciones biológicas.
A propósito de esto, recomiendo buscar datos referidos al café más raro, exquisito y caro de mundo, y el beneficioso valor agregado que le aporta al grano el acto de la defecación.
El autor de simpáticas aventuras como “Juan Quinquín en Pueblo Mocho“ o “Wampampiro Timbireta” jamás escribió una grosería, sin embargo desmitificó lo que vulgarmente se llamaban--malas palabras--aunque invariablemente descansaran en todos los diccionarios y enciclopedias del mundo, demostrando que nada humano podía serle ajeno: Que pendejo en México no es una ofensa. Que hijo de puta puede ser un elogio en Argentina. Que las llamadas malas palabras hacen desternillarnos de risa en España. En fin, que todo es según el cristal con que se mira o la intención con que se diga. Y que la ira, la soberbia, el odio, o el furor, podían cambiar el significado hasta de la dulcísima palabra madre.
Al coincidir la inauguración  de esta cubanísima Feria Internacional del Libro con el Día de San Valentín, vaya un abrazo a todos los enamorados del mundo y un recuerdo imborrable a ese centenario y “Sensible Zarapico”.